Nos situamos en 2016. Fidel Castro ya no ejerce el poder ejecutivo en Cuba, pero su régimen, perfectamente engrasado, le sobrevivirá. No se atisba cambio alguno en el último país comunista de Occidente. Semanas antes de que Barack Obama realice su histórica visita a La Habana, dos editores españoles ponen en marcha un ambicioso proyecto independiente enfocado en publicar a autores cubanos contemporáneos y tratar de detectar antes que nadie el próximo fenómeno literario salido de la mayor de las Antillas. Para lograrlo huyen de la censura previa y entran en contacto con todo tipo de voces, oficialistas y también disidentes. Desconocen en qué avispero se están metiendo.
La actitud del Gobierno Castrista, siempre contundente a la hora de controlar todo lo relacionado con la cultura, parece comprensiva con la iniciativa… hasta que empiezan a producirse señales de alerta y los impresores se colocan en el epicentro de una oscura trama de intereses geopolíticos e información clasificada que amenaza con acabar con el actual equilibro de poderes en el Caribe y en toda Hispanoamérica.

Narrada de forma trepidante, desde dos puntos de vista contrapuestos y con una documentación de primera, Contenido subversivo es un trampantojo perfecto y hace honor a su nombre.