De un par de años a esta parte vengo desempeñándome como director editorial en Samarcanda. El trabajo resulta emocionante, porque básicamente consiste en proponer contenidos de lectura para el mercado. Algunas propuestas tocan la puerta para que sean evaluadas y otras son pensadas y buscadas de forma proactiva. ¿Existe alguna fórmula para predecir el sentido que dichas obras tendrán comercialmente?

Partamos antes de la siguiente base: la excelencia no es sinónimo de que se vaya a vender bien. De acuerdo con el blablá de los clichés de que el público tiene la razón y demás milongadas, pero no es menos cierto que muchos programas de televisión basados en la provocación y los gritos arrastran audiencias millonarias, así que éste es el paño con el que hay que jugar.

Bien, estábamos en lo de la posible fórmula para predecir el éxito (comercial) de un libro. Yo mismo soy el perfecto ejemplo de la diferencia existente entre un libro (con todo el trabajo y energía que supone) escrito por el puro goce personal, como por ejemplo fue mi primer Polifemo vive al Este, y otro armado con más tino comercial. Yo estoy muy orgulloso de ese libro, pero he aprendido que no tanta gente está interesada en conocer qué se cuece geopolíticamente en el oriente europeo desde el punto de vista de un viaje independiente que bucea en la historia. Tengo claro que seguiré escribiendo lo que a mí me gustaría leer, pero ahora, sin embargo, estoy percibiendo la sensación de éxito con El método Monchi, un libro casado a la actualidad que mira a un amplio público objetivo.

Ambas propuestas son lícitas, pero es obvio que existe una gran diferencia en relación a la recepción por parte de la comunidad lectora. Recordemos que (hablo de España) más de un tercio de la población admite no haber leído ni un solo libro en los doce meses anteriores. Y yo añado que de los otros dos tercios hay un buen porcentaje de mentirosos… lamentablemente. Ojalá me equivoque.

Personalmente, yo trato de ver una noticia detrás de cada libro que emprendemos en Samarcanda. Quizás sea por defecto profesional (uno es periodista hasta que la palme), pero para mí es básico intuir qué percepción tendría la salida de tal o cual libro como algo noticiable para los medios de comunicación. Si hay soniquete detrás, quizás funcione. Al fin y al cabo se trata de detección de talento, de intentar conjugar nivel y sentido comercial. Otro día ahondo más en el tema, porque lo merece.

 

De momento, creo que voy a releer El método Monchi, porque precisamente de eso trata, de hacer que la cosa funcione…