Segunda residencia en el país que no existe

Segunda residencia en el país que no existe

Es el mismo soldado del otro día. Estoy seguro. Mismo uniforme, misma gorra gigante, idéntica cara de mala hostia. Al fondo oigo unos patos que graznan. Quizás sean los mismos de la semana pasada. Acabo de atravesar un túnel hecho de alambrada y la gente que veo a mi...